El reto de diseñar después de leer, asimilar y aprehender un texto
es un trabajo intenso. Si propongo eliminar paradigmas, modelos incrustados en
mi mente subconsciente después del bombardeo mediático diario llego a la conclusión que solamente la
lectura ejerce una especie de exorcismo, de limpieza mental y espiritual.
Empezar a diseñar a partir de conceptos, de ideas, sobre una base
de pensamiento dirigido a un tema específico es la labor más interesante con la
que se puede trabajar.
La ilustración inicial pertenece a un catálogo de una exposición, el reflejar la mitad de la imagen hacia su opuesto me da una perspectiva cónica que transfiere una sensación de incomodidad visual, esa angulosidad me da la idea de elección obligada acerca de qué ruta debo tomar y la repetición de los elementos diametralmente opuestos vuelven intolerable esa atmósfera suburbana.
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